8 técnicas de liderazgo para mantener a tu equipo de trabajo motivado y productivo


Tal vez te hayas preguntado alguna vez: ¿Qué se necesita para ser un buen líder? Probablemente hayas notado, además, que no todas las personas en posiciones de liderazgo son igual de eficientes.

Esto se debe a que, a la hora de ser un buen líder, es necesario presentar una serie de características que mejoren la efectividad del grupo o equipo con el que se trabaja. Para ello, existe una serie de técnicas que puedes seguir. Gracias a ellas, tus dotes de liderazgo mejorarán y tu equipo y su productividad te lo agradecerán.

Lo más importante

  • Un buen líder debe apoyar y motivar a su equipo en sus deseos y metas personales. De esta manera, estarán más comprometidos con los objetivos de la empresa.
  • Para conseguir un equipo productivo son necesarias una serie de habilidades interpersonales. A través de ellas, el líder ejercerá su influencia y dirigirá al grupo.
  • No es fácil ser un buen líder. Esta tarea exige conocer los puntos fuertes y áreas de desarrollo del conjunto. Además, se debe enfocar con buena energía y humildad para mejorar cada día.

Las mejores técnicas de liderazgo: La lista definitiva

En todos los grupos de trabajo es imprescindible la figura de un líder que esté al tanto de lo que ocurre con todos sus integrantes. Es por ello que en este artículo vamos a mostrarte las 8 técnicas de liderazgo imprescindibles con las que debe contar un líder hoy en día.

reunión de empresa

Los líderes actuales han de ser creativos y proactivos en su día a día para desarrollar y comprometer a sus equipos de trabajo. (Fuente: Drobotdean: 7286239 / freepik.es)

¿Qué son las técnicas de liderazgo?

Un buen liderazgo va más allá de alcanzar un puesto de gestión, responsabilidad o administración. Para realizar este trabajo de la mejor manera, se requieren ciertas habilidades como la capacidad para motivar y comunicar, la empatía y el reconocimiento, entre otras.

Las técnicas de liderazgo darán sus frutos si el líder sabe transmitirlas adecuadamente. Cada grupo es un mundo y está formado por personas heterogéneas con diferentes ideales y aspiraciones. Por ello, es importante conocer muy bien a los miembros del grupo y saber identificar sus necesidades.

1. Motivación

La capacidad para motivar a sus miembros de equipo es uno de los rasgos principales que definen a un buen líder. Sin dicha motivación, los objetivos serían muy difíciles de lograr. Un personal motivado ofrece mejores resultados, es más eficiente y su compromiso es mayor.

Sin duda, el líder juega un papel fundamental en la motivación. Tanto es así que esta depende mucho de cómo sea la personalidad y la forma de trabajar de quien está al frente del equipo de trabajo.

2. Comunicación efectiva

Si algo necesita un líder es saber transmitir y comunicar las ideas más importantes. Un liderazgo efectivo no puede entenderse sin una comunicación efectiva. Transmitir el mensaje de modo claro y comprensible para el receptor, sin que genere confusión, dudas o malas interpretaciones, es esencial.

Por este motivo, preguntarse si nuestro equipo está recibiendo de manera correcta las ideas es una buena práctica para poder detectar errores en la comunicación. Los conflictos son un síntoma de comunicación no eficaz. Además, reflejan una confrontación producida por las diversas maneras en las que se perciben o ven las cosas.

3. Saber delegar

La delegación es una de las habilidades directivas que más ayuda a mejorar el rendimiento de los equipos de trabajo. Sin embargo, puede resultar complicada para ciertas personas. Recuerda que el trabajo en grupo mejora al fomentar la participación y la implicación en la misión y las tareas propuestas por el grupo.

Delegar no es más que transmitir tu confianza en el grupo. Un buen líder sabe que el éxito se consigue al compartir responsabilidades y tareas importantes.

4. Reconocer el trabajo bien hecho

Si algo motiva y hace crecer a tu equipo es el reconocimiento de los logros y las tareas bien realizadas. Para conseguirlo, prueba por recompensar las buenas ideas y señalar los logros importantes. Además, se debe también reconocer los fracasos de tu equipo. De esta manera, os servirá como aprendizaje para crecer, mejorar y dar lo mejor de sí mismos.

No obstante, es importante no confundir el reconocimiento al trabajo con la necesidad de tener la aprobación constante de los demás. Reconocer el trabajo y el esfuerzo debe ser una práctica continua en el tiempo.

discutiendo en clases

Un buen líder debe ser capaz de gestionar equipos de trabajo diversos y multidisciplinares. (Fuente: Headway: 5QgIuuBxKwM / unsplash.com)

5. Asertividad

La asertividad es una habilidad que se basa en expresar nuestras opiniones, necesidades y sentimientos sin dañar las opiniones, necesidades y sentimientos de los demás. Para un líder, poseer esta habilidad es esencial.

Tener la capacidad de comprender, escuchar y empatizar con tu equipo permite tomar decisiones libres, así como sentirnos bien con nosotros mismos y con los demás. También fomenta el respeto mutuo, ayuda a alcanzar los objetivos y mejora la autoestima personal y profesional.

6. Metas compartidas

Es vital que un líder trasmita a su equipo cuál es la misión, la visión y la estrategia del grupo. Deben tener claro por y para qué trabajan. No puede existir un verdadero trabajo en equipo si no existe un objetivo que todos los miembros compartan. Esto aplica tanto para el líder como para el resto de miembros del equipo.

Cada grupo existe moviéndose hacia una meta y unos objetivos que justifiquen su existencia. Por lo tanto, es importante orientar su energía de la forma correcta para alcanzarlos. Para ello, la comunicación es clave.

7. Adaptación al cambio

Esta habilidad es imprescindible en el mercado laboral actual. El mercado está en constantes cambios, reestructuraciones y cambios en las plantillas de las empresas. Por este motivo, es necesario un tipo de liderazgo que construya y sea flexible ante las adversidades y la incertidumbre.

La adaptación al cambio aporta versatilidad al grupo. Transmite la capacidad de adaptar la propia conducta y la del grupo con el objetivo de alcanzar objetivos o solucionar problemas comunes que van surgiendo en el día a día.

reunión de empresa

Cuando un líder delega, no solo está ayudando al equipo a elevarse a un nuevo nivel de desempeño, sino que también está liberando tiempo para otras actividades. (Fuente: Annie Spratt: hCb3lIB8L8E/ unsplash.com)

8. Integrar el liderazgo colaborativo y transformacional

Los líderes colaborativos saben de la importancia de las relaciones interpersonales en el grupo. Tienen en cuenta la opinión de los demás directivos, colaboradores y socios con los que trabajan codo a codo. De esta manera, son conscientes de que así será mucho más fácil alcanzar el éxito y el equipo será mucho más productivo.

Un liderazgo transformacional también es vital en los tiempos que corren. Este tipo de líder identifica una necesidad de cambio y la lleva a cabo a través de su influencia, consejos y motivación a los miembros de su equipo.

Conclusión

Hoy en día, los integrantes de un grupo quieren ser guiados por líderes que les ayuden a alcanzar el mejor estado de desarrollo profesional, productividad y motivación. Los líderes desempeñan un papel clave en el trabajo diario y el nivel de compromiso de los miembros con los objetivos compartidos.

Podemos decir que el líder del siglo XXI destaca por tener una visión compartida, generar confianza y saber reconocer e impulsa el desarrollo tanto personal como profesional de su equipo. En definitiva, es un referente y un modelo para el resto.

(Fuente de la imagen principal: Leon: Oalh2MojUuk / unsplash.com)

+ Comentarios

Añade el tuyo.